Cada año llega a Castilla y León un mayor número de turistas aficionados a la observación de aves, y la industria turística ha reconocido este hecho, trabajando para hacer de las aves un atractivo más para el turismo tanto nacional como extranjero.

La comarca Amaya-Camino de Santiago presenta gran variedad en el paisaje. En ella podemos distinguir dos zonas bien diferenciadas: En la zona norte donde el paisaje es más montañoso y con recursos cinegéticos. Destacan los paisajes y el atractivo de los cañones del Ebro y del Rudrón. En la peña Amaya y su entorno y los valles de Humada, Rebolledo de la torre, el Tozo y Valdelucio son claros exponentes de un paisaje modelado por la acción de numerosos ríos, arroyos y fuentes que contrastan con alta y pelada paramera. Estas dos zonas señaladas anteriormente han sido incluidas como ZEPA’S y LIC’S en la Red NATURA 2000.

La diversificación del paisaje tiene su proyección en el rico patrimonio natural de toda la comarca.

La observación de aves es un pasatiempo que permite a la gente acercarse a la naturaleza. De este modo adquiere sensibilización frente a los problemas del medio ambiente que les rodea y comienzan a preocuparse más por este aspecto que tanto puede influir en su calidad de vida.

La observación de aves tiene ventajas, ya que son bellas, diversas y divertidas de observar. Es una actividad que puede hacerse en familia, con amigos o a solas, sin importar la edad.